top of page
Foto del escritorCronista de lo Obvio

Trilogía futbolera III: Sí, Somos tan Buenos (II)

Actualizado: 19 jul 2018


¿Puede un torneo que se juega cada cuatro años ser el único modo de medir si el fútbol de un país es mejor que el fútbol de otro país? No, claro que no. Es relevante, por supuesto, pero no el único modo de medir cuán bueno es el fútbol en un país. Ni siquiera el nivel de los seleccionados, lo es.


En esta férrea defensa del fútbol argentino, en este desesperado intento por rescatar el mérito de estar entre los mejores del mundo, sin ser el número uno, la tercera y última nota refiere al otro gran universo futbolístico: los clubes.


En un fútbol más globalizado que nunca, Sudamérica representa algo así como la resistencia del orgullo nacional, más por falta de guita que por convicción. El nuestro, es un fútbol con presencia extranjera, pero no tan relevante como en el Viejo Continente. Al no tener plata para traer a los mejores de otro países y al existir cupos de extranjeros, los sudamericanos solemos armar equipos con una base nacional muy fuerte, acompañada por algunos foráneos.


Dicho esto, un rápido análisis sobre el desempeño de los clubes en los distintos torneos internacionales confirma al fútbol argentino como top en el mundo. Teniendo en cuenta variables como la influencia extranjera en los equipos y el factor económico, posiblemente el mejor de todos.


En Sudamérica, el torneo por excelencia es la Copa Libertadores. Certamen nacido en la década de 1960, encuentra a los equipos nacionales como los principales animadores. La Argentina es el país que más títulos, suma 24. Lo sigue Brasil, con 18, y más atrás Uruguay, con 8.


En finales disputadas y ganadas, la efectividad argentina es abrumadora. Perdió sólo 10. Los brasileños cayeron en 15 oportunidades, mientras que uruguayos lo hicieron en 8. Párrafo aparte para Colombia, que ganó 3 títulos y perdió 7 finales.


Además de la Libertadores, se cuentan Sudamericana, Supercopa, Conmebol, Mercosur, Recopa, Copa Máster y Copa de Oro Nicolás Léoz (según sobrefutbol.com). En esos certámenes, la Argentina acaparó 52 títulos, contra 45 brasileños y 9 uruguayos.


En los mano a mano con el otro gigante, Brasil, la Argentina también saca ventajas. Tomando en cuenta todos los torneos internacionales sudamericanos, argentinos y brasileños disputaron 36 finales entre sí. Los nuestros ganaron 21.


Siguiendo con el mano a mano, la Argentina gana 8 a 5 en finales disputadas en Libertadores a Brasil; 3 a 2 en Copa Sudamericana; 4 a 2 en Supercopa; y 3 a 2 en Conmebol y Mercosur. Pierde en los mano a mano disputados por Recopa, Copa Máster y Copa de Oro, por 4 a 3.


Fuera del continente, en los enfrentamientos con europeos, primero en la Intercontinental y después en el Mundial de Clubes, nuestro país también tiene presencia estelar. Brasil, Italia y la Argentina son los países con una mayor cantidad de torneos.


No obstante, acá hay una salvedad. Europa siempre contó con mayor poderío económico, pero antes de la zona común europea había tres extranjeros por equipo. Hoy, en la Unión, los jugadores europeos y los de otros países con pasaporte europeo no cuentan como extranjeros, entonces los equipos del Viejo Continente tienen la billetera y la posibilidad legal de armar verdaderas selecciones mundiales. Sin ir más lejos, tres españoles titularizaron en los dos últimos títulos de Real Madrid en la Champions League.


Entonces, resumiendo: la Argentina es el fútbol con más dominio en Sudamérica y uno de los de mejor performance en los enfrentamientos con europeos. A ello se agrega el nivel individual de sus jugadores, con Di Stéfano, Maradona y Messi haciendo punta, y los títulos obtenidos a nivel selección, tanto primera como juveniles.


¿Es “el mejor”? Posiblemente no. ¿Da ocote? Definitivamente, tampoco. El fútbol, de hecho, es de las pocas actividades en las que somos realmente buenos en el mundo, tanto por presente como por historia. ¿Por qué ofenderse, putear, agriarse y maltratar a nuestros players, cuando es algo de lo que deberíamos sentirnos orgullosos?


Una cosa es la crítica futbolística o la crítica sobre la impresentable realidad institucional de nuestro fútbol (que la mayoría de nuestros iluminados analistas se cagan a hacer, porque es más fácil putear a Messi y tener aire en la TV), pero otra muy distinta es reducir la calidad de un país que sabe jugar a la pelota como pocos en el mundo, porque no trae la copa dorada de los señores que sostienen un mundo cada cuatro años.

Hay un montón de grises, de instancias intermedias, de escalas, entre ser lo mejor y ser lo peor.

43 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page