La población de Guatemala atraviesa en este momento por el primer pico de la pandemia covid-19 que se extiende por el país en medio de la angustia e incertidumbre y de severas medidas que restringen la movilidad social, con un sistema de salud colapsado y un repunte de contagios en regiones del territorio con alerta roja, incluyendo la capital de la República y municipios vecinos.
En tanto la pandemia avanza se mantiene la emergencia sanitaria, pero los actos de violencia organizada, los discursos y acciones de odio e intolerancia no se detienen, la mayoría cobijados bajo el manto de impunidad.
Lo infame de esta realidad es la inercia de autoridades responsables de la persecución penal en estos casos el Ministerio Público (MP) al que la ciudadanía califica de ineficaz, debido a que señala a sus principales autoridades como la Fiscal General, de estar coludida con redes de corrupción e impunidad que mantienen secuestrado y cooptado al Estado e instituciones.
Esta semana destacan hechos violentos que vuelven a levantar reacciones, internas y externas de rechazo y condena generalizada. Lunes 10 de agosto 2020. El ciudadano francés Benoit Pierre Amadee María, de 60 años, Director de Agrónomos y Veterinarios sin Fronteras, murió acribillado por impactos de bala.
Desconocidos lo emboscaron cuando conducía su vehículo por la aldea Pacam, municipio de San Antonio Ilotenango, departamento de Quiché. Residía hace 20 años en el país haciendo trabajo humanitario, promoviendo desarrollo entre campesinos y pueblos indígenas. El Presidente de Francia Emmanuel Macron, la Unión Europea y la Embajada francesa en Guatemala, condenaron el trágico hecho y exigen al Gobierno guatemalteco esclarecer el crimen, identificar responsables, juzgarlos y castigar.
Martes 11 de agosto, Mixael López Catalán, defensor de derechos humanos, tierra y territorio, fue ejecutado por desconocidos en su centro de trabajo de la finca El Cafetalito. López era presidente de junta directiva comunitaria del Comité de Desarrollo Campesino (CODECA) en el caserío Paraje, municipio de Jalapa, departamento del mismo nombre.
En los últimos dos años, esta organización campesina ha sido hostigada y reprimida, decenas de sus miembros han sido asesinados o desaparecidos.
11 de agosto. Representantes campesinos e indígenas de las Comunidades en Resistencia de la Sierra de las Minas, Purulhá, Baja Verapaz, mediante conferencia de prensa virtual, denunciaron la desaparición del dirigente comunitario Carlos Enrique Coy, (pastor, agricultor, profesor, defensor de tierra y territorio) secuestrado la semana anterior.
Acusan al terrateniente Byron Thomae de autor intelectual, promotor de la represión y despojo de tierra a los campesinos. Reiteran que quieren vivir en paz, sin miedos ni persecución. Piden a los movimientos sociales guatemaltecos y del mundo, solidaridad con sus reclamos y demandan unidad para vencer el odio y la intolerancia.
En las comunidades rurales, los perros diabólicos andan sueltos sembrando el terror. En Guatemala, dos organizaciones cívicas denunciaron al presidente Alejandro Giammattei ante MP por incumplimiento de deberes porque según los denunciantes, ha desatendido responsabilidades relacionadas con la pandemia.
Mientras, sigue en marcha el golpe de Estado blando que las estructuras de corrupción e impunidad desarrollan, pretendiendo cooptar los pocos nichos de contrapeso que se oponen a sus aviesos planes. La ciudadanía debe resistir con fuerza la tentativa de asalto final al Estado de derecho e institucionalidad democrática.
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